martes, 10 de julio de 2012

BLANQUITA. RESCATADA CON SU OÍDO MUY INFECTADO. 


Hola a todos. Me llamo Blanquita. Y soy una perrita muy feliz. A pesar de que los humanos en los cuales yo había puesto mi confianza, mi amor y mi lealtad, me abandonaron en un cerro en pleno invierno y con una infección horrible en mi oído derecho. Todavía, entre el hambre, el frío horrible de la cercanía de la cordillera, de la soledad, del miedo, de la tristeza del abandono, soy una perrita feliz.
Cuando me abandonaron, una noche, en la oscuridad del cerro, me sentía horrible. Tenía mucho miedo. Pero al ratito encontré una calle y unas casas. Y había unos perritos que fueron muy buenos y educados conmigo. Me olfatearon y me aceptaron entre ellos. Al menos tenía amigos en medio de la soledad y la pena. 
Esa noche yo estaba acurrucadita contra un árbol y en eso noté que los perritos se empezaron a alborotar. Miré y vi un auto acercarse. Por un segundo mi corazón dio un brinco: Tal vez mis humanos vienen por mí! Pero no. El auto se detuvo y se bajó una humano rulienta. Los saludó, ellos movían las colas como locos. Les hizo cariño y les empezó a repartir comida. Yo me acerqué despacito. Tenía hambre pero no la conocía a ella. Debía ser cautelosa. Me acerqué y ella dijo: Ohh pero tú eres nueva! De dónde saliste, monita? 
Yo me dediqué a comer. Después habría tiempo de explicarle mi triste historia. 
Me hizo cariño pero sintió el mal olor que me salía de mi oído. Puso cara de pena y empezó a intentar mirar más de cerca a ver qué tenía, pero como me dolía tanto yo no la dejaba, me arrancaba. Al final me dijo mirándome 'Zás. Tienes otitis. Pobrecitaaaaa! Con estos fríos! Pucha monita, en estos momentos no tengo un peso para llevarte a la veterinaria'. Me toqueteó por todos lados (se alegro de que no estuviera flacucha), me dio doble ración de comida, puso un tiesto grande con aguita fresca, les hizo cariño a todos, uno por uno, guardó el tiesto, se despidió y se fue. Pero volvió al otro día y al otro y al otro y al otro:))
Me dolía mucho mi oído. Cada vez que intentaba correr cuando la niña rulito aparecía me dolía mucho y al final tenía que caminar pero igual lloraba. Cuando me paraba en 2 patitas arriba de la niña rulito me dolía también y lloraba. Y ella se preocupaba porque me salía mucha pus y el olor era nauseabundo. Me decía que estaba viendo la forma de conseguirse plata para llevarme a la veterinaria porque no tenía más plata en esos momentos:(
Les digo una cosa? Allá arriba, cerca de la cordillera, hace mucho fríoooooo! Jamás había sentido tanto frío en mi vida. Todo el paraje allá es bien triste. El cerro pelado, caminos de tierra y tantos otros perritos, igual que yo, solitos viviendo como pueden. Es muy triste.
Bueno, la cosa es que hace unos días, cuando fue a darnos comida, yo ya no podía más. Me dolía demasiado mi oído. Caminaba con la cabeza ladeada y de la desesperación me rascaba frenéticamente con mi patita pero claro, me dolía mucho, así que me rascaba y lloraba, me rascaba y lloraba, me rascaba y lloraba. Ella se acercó y me dio comida. Yo fui, abrí la boca pero dolía demasiadoooo! Pegué un grito y me alejé triste. La niña rulito fue hasta donde mí, volvió a ofrecerme comida pero yo no podía comer. El dolor era demasiado. Ella me toqueteó y me dijo que estaba muy flaca, que ya no podía esperar más, que mi oído estaba muy mal. Me agarró, me subió a su auto y nos fuimos. Yo iba feliz! Por fin salía de la calle! En el camino la niña me iba diciendo que no sabía cómo lo iba a hacer porque no tenía un peso, que le iba a rogar al veterinario que me atendiera y que ella vería cómo le pagaba después.
Por suerte el veterinario no le hizo rogar. La niña rulito le explicó todo y el doctor le dijo que me tenían que poner una inyección para dejarme medio dormida. Me pincharon el trasero pero casi ni me di cuenta:)) Al principio me sentía bien, nada extraño.
Pero después me empecé a sentir con sueño y tuve que acostarme. 
No me dormí, sólo quedé muy cansada. El doctor me examinó y no me gustó porque me tocaba el oído y me dolía mucho! Me puso un bozal porque tenía miedo que como me dolía lo podía morder. Pero yo no iba a hacer eso. Cuando me tocaba y me dolía, lloraba despacito, no quería que se enojaran. Y cuando dejaba de dolerme les movía mi colita feliz:)) El asunto es que tenía muy mal mi oído. Muy infectado. La pus chorreaba de mi oído y estaba muy hediondo. Y lo peor de todo es que me dolía mucho! 
Me cortó mi pelito de la oreja para ver mejor. Y empezó a limpiarme. Me dolió mucho:( Me echaba un líquido, me sobaba fuerte y después me metía un algodón. 


Tenía mi oído muy feito, con mucha pus y heridas de tanto que yo me rascaba:( 

Después de que me lavó harto, y yo lloré harto, me miró adentro del oído con una maquinita. Le dijo a la niña rulito que veía algo adentro y se fue a buscar unas pinzas para sacarlo. Yo estaba atontada y adolorida pero igual movía mi colita. 
Volvió con las pinzas y me las metió. Me dolió más que antes. Estuvo urgeteando un ratito y sacó triunfante una cosa. Se la mostró a la niña rulito y los 2 se quedaron con cara de horror. 
Era una espiga! Seguramente durmiendo por ahí se me quedó enredada en mi pelito y después fue entrándose más y más en mi oído hasta que llegó muy adentro y me hizo mucho daño. 
El veterinario no sabe si quedaré con alguna secuela pero cree que me mejoraré bien porque me puso más inyecciones, antibióticos y antiinflamatorios. 

Después me sacaron el bozal y yo estaba más despierta. Me puse muy feliz y movía y  movía mi colita. 


Busco un hogar urgente. No quiero volver a la calle, al frío, a la soledad, al abuso. Ayúdenme a encontrar papis responsables que me den un hogar hermoso y feliz. 
Soy una perrita de alrededor 5 años, soy muy cariñosa, muy dulce, me encanta que me hagan cariño y me encanta hacer cariño. Soy dócil y de tamaño medio y estoy esterilizada.
Puedes ayudarme por favor a ser feliz? 




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